PREHISTORIA
La humanidad siempre ha buscado respuestas a los problemas físicos y filosóficos. Para acceder a este conocimiento se desarrollaron las ciencias naturales, sociales y humanas. Sin embargo, el lenguaje universal de todas las ciencias es LA MATEMÁTICA. Mi propósito es presentar el desarrollo de esta, junto con el de las demás ciencias naturales, para dar lugar a una comprensión mayor de qué son y qué significan para la humanidad.
Hay quienes comprenden los conceptos avanzados de física, química, matemáticas o de otras ciencias, con verlos únicamente. Pero la mayoría de nosotros necesitamos ir paso a paso para acceder a ese entendimiento. Por eso he decidido explicar conceptos y métodos de solución acompañándolos con un poco de historia. Así podremos observar cómo la matemática y las ciencias naturales han desarrollado sus conceptos más complejos para facilitarle la resolución de problemas a la humanidad.
Sin más introducción, voy a comenzar la historia de las ciencias naturales.
El concepto más básico de las matemáticas es el concepto de cantidad. Desde tiempos remotos la humanidad manejaba este concepto, pues cada quien sabía cuánto tenía, mucho o poco, y entendía que transcurría mucho o poco tiempo, por ejemplo. Pero este conocimiento no es exclusivo del ser humano; un animal también sabe cuándo hay comida en abundancia, o cuándo debe migrar hacia un lugar con mayor fuente de alimento.
De cualquier modo, fue el hombre quien desarrolló la necesidad de contar, más que por el desarrollo de un cerebro superior, por las exigencias de la civilización. Tanto es así, que hoy en día encontramos pueblos perdidos en Australia o la selva amazónica, en donde solamente se conoce el concepto del uno; para números más grande simplemente se utiliza el concepto de “muchos”.
El primer vestigio de los tiempos en que el hombre comenzó a contar es el Hueso de Lebompo. Este elemento data de hace 35 mil años y se encontró acompañado de artículos decorativos femeninos. Se cree que este hueso, con 29 muescas, le servía a la mujer para calcular su periodo menstrual, esta creencia principalmente se da por el acompañamiento de elementos femeninos, pero teniendo en cuenta que el ciclo menstrual varia mucho entre mujeres y también depende de las condiciones, como estado de animo nivel de estrés y líquidos consumidos, seria muy raro tener un control sobre un acontecimiento tan variable, otra posibilidad es que esa mujer fuera una astrónoma y contara el ciclo lunar, el cual es mas constante y podría ayudar a saber cuando llegaría la próxima luna llena, lo cual puede ser muy practico en una época con muy pocos elementos de iluminación.
Pero, con toda certeza, la prueba más antigua de los primeros cálculos del hombre es el Hueso de Ishango. Este se encontró cerca al nacimiento del Río Nilo y tiene una edad aproximada de 20 mil años. Además de comprobar que el hombre ya contaba, también muestra que existían algunos rudimentos de multiplicación y división.
Este hecho se prueba al observar que el hueso tiene tres columnas; la de la izquierda y la de la derecha tienen exactamente 60 muescas y esto solo pudo lograrse haciendo una cuenta. La columna del centro tiene 48 muescas. Tanto el número 60 como el 48 son múltiplos de 12, lo cual demuestra que manejaban nociones matemáticas más avanzadas. Pero las cosas no paran ahí. Para comprobarlo, voy a mostrarles la forma en que las muescas están puestas en cada una de las tres columnas y luego continuaremos su análisis.
Como se observa, todos los números de la columna izquierda son primos. Para completar los números primos menores a 20, se ven en la columna central los números 7, 5 y 3; solo falta el 2, que opera como factor de multiplicación en esta columna. Esta es una demostración de que el concepto del número primo es muy antiguo.
El Hueso de Ishango además, muestra los fundamentos de la multiplicación. Esto se ve en la columna central: 3 multiplicado por 2 da 6; 4 multiplicado por 2 da 8, etc. También hay conceptos de división, ya que 10 dividido en 2 da 5 y este tipo de cálculos se aprecian claramente en la columna central.
Este sistema de conteo, de suma, de división y multiplicación le sirvieron por mucho tiempo a la humanidad. Pero a medida que los pueblos crecían, los problemas también aumentaron y fue pertinente mejorar el sistema contable. Estas mejoras las veremos en la próxima entrega.